El deporte recreativo es una actividad realizada cada día por más personas, sin embargo muchas veces quienes inician una actividad física lo hacen sin evaluaciones previas. El Dr. Rodrigo Carballido, gerente médico de Asismed, resalta la importancia de conocer los riesgos que puede implicar la realización de prácticas deportivas sin los cuidados adecuados.
El incremento del conocimiento de los beneficios de la actividad física sobre aspectos relacionados con la salud y la calidad de vida hacen que a diario las personas se sumen a la realización de distintos deportes.
Muchos individuos se lanzan a la actividad física sin conocimiento de los riesgos, y sin tomar las debidas evaluaciones previas. Esta falta de controles asociada a vicios de la práctica deportiva (inicio de la actividad sin calentamiento previo, competencia con personas con distinto nivel de entrenamiento, errónea evaluación de los límites personales) llevan a que se puedan producir lesiones que en muchos casos podrían ser evitadas.
Lesiones más frecuentes
Las lesiones dependen del tipo de deporte que se realice y el nivel de competencia. Entre las más frecuentes se hallan las siguientes:
- Contracturas
- Desgarros
- Dolores musculares
- Lesiones articulares
- Fracturas
- Luxaciones
- Esguinces
- Epicondilitis
Cuando se realizan deportes aeróbicos (caminata, trote, bicicleta), las lesiones son muy poco frecuentes y aparecen principalmente al inicio de la práctica. Es frecuente observar contracturas y dolores musculares, por lo general sin importancia y que resuelven con la continuidad del entrenamiento. Es muy importante en las personas que realizan caminata y trote que utilicen un calzado adecuado, especialmente si lo realizan sobre superficies duras para disminuir el impacto en las articulaciones de cadera y columna.
En los deportes de contacto (fútbol, rugby, básquet) se pueden producir golpes que generen lesiones óseas y articulares. Es frecuente observar fracturas, luxaciones y esguinces. En el caso de las lesiones articulares, especialmente las lesiones de rodilla, pueden asociarse a un inadecuado entrenamiento previo, con bajo tono muscular a nivel del cuádriceps, con debilidad en el sostén de la articulación. Igualmente son frecuentes las lesiones musculares (contracturas, desgarros), relacionadas con sobrecarga muscular y realización de ejercicios anaeróbicos.
En estos deportes de conjunto suele suceder que los niveles de preparación de los distintos integrantes de un mismo equipo o de los equipos que participan son diversos. De esta forma muchas veces quien realiza esta práctica se enfrenta a personas más jóvenes y/o mejor entrenadas. Esto supone un desarrollo de prestación mucho mayor a la que esa persona está preparada, llevando por sobrecarga al desarrollo de lesiones tanto musculares como articulares. Es fundamental evaluar estas diferencias antes de realizar el ejercicio y tratar de participar de juegos con personas con preparación física similar. En los deportes en que se utilizan raquetas (tenis, paddle, squash) y en el golf, se producen habitualmente lesiones en la articulación del codo, relacionadas con la sobrecarga de la articulación y en muchos casos con la realización inadecuada del movimiento. Es frecuéntela epicondilitis que por lo general se resuelve con la suspensión del ejercicio y con terapia kinésica, aunque es básico evaluar la biomecánica del movimiento realizado para corregir defectos.
Prevención de lesiones
La mejor prevención para las lesiones relacionadas con la práctica deportiva es la toma de conciencia de los límites y del propio nivel de entrenamiento. Por ese motivo es importante tomar los siguientes recaudos:
- Entrenamiento previo
- Utilizar indumentaria adecuada
- Realizar calentamiento previo
- Alimentarse e hidratarse correctamente
Si la persona que realiza un deporte está adecuadamente entrenada la probabilidad de lesionarse va a ser menor. Por lo tanto antes de comenzar la práctica de un deporte (especialmente los de contacto) es fundamental realizar un entrenamiento previo. En relación a la práctica en sí misma, es fundamental estar equipado con calzado adecuado, protección articular y otras protecciones que cada deporte amerite (ej.: protector bucal en el rugby, canilleras en el fútbol, etc.). Por otra parte, es fundamental la realización de un buen calentamiento previo para evitar lesiones musculares. El mismo no debe ser inferior a 15 minutos y adecuado a la carga a la que se va a someter a los grupos musculares. La elongación previa y posterior al ejercicio, también previene lesiones musculares.
Cuidados para tener en cuenta
En aquellas personas que tengan la intención de iniciar una actividad deportiva después de un tiempo de reposo, debe evaluarse la realización de algunos estudios previos para definir la carga de ejercicio a la que pueden someterse.
Por lo general, la práctica exclusiva de ejercicios aeróbicos (aquellos que se realizan con una frecuencia cardíaca siempre inferior al 85 % de la frecuencia cardíaca máxima) es de escaso riesgo. En estas personas, cuando son mayores de 40 años, se recomienda la evaluación clínica previa para descartar patologías silentes. Si no existen antecedentes familiares de importancia, con un examen físico normal y un electrocardiograma sin hallazgos patológicos, se puede iniciar la actividad en forma segura.
En cambio, cuando se realizarán ejercicios con componente anaeróbico (momentos en que la frecuencia cardíaca supera el 85 % de la frecuencia cardíaca máxima) o deportes de contacto, el examen debe ser más exhaustivo. En estos casos, en personas mayores de 35 años o en aquellos con antecedentes familiares o con factores de riesgo cardiovascular asociados, se recomienda agregar al examen físico y el electrocardiograma la realización de una prueba ergométrica que permitirá evaluar la capacidad y la tolerancia al ejercicio así como descartar patología cardiovascular silente.
Dr. Rodrigo Carballido
Gerente médico de Asismed